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viernes, 3 de abril de 2020

Por qué el vídeo Yo perreo sola de Bad Bunny no se debe "pichear"

En Puerto Rico "pichear" significa ignorar. Recientemente Bad Bunny estrenó el vídeo "Yo perreo sola". Algunos lo desestimaron al afirmar que otros artistas ya habían desafiado esos estereotipos.

Es poco acertado pensar que Bad Bunny "se convierte en mujer" o que en nombre de #NiUnaMenos busca fama; va mucho más allá. Benito Martínez nos enseña que transgrede sus propios límites, así como las reglas del mundo del trap y del reguetón, este último históricamente sexista, en el cual las mujeres suelen salir en ropa interior alrededor de los gánster, casi siempre como bailarinas -no como cantantes-.

Bunny nos muestra que los hombres también perrean -menean la cola-, que visten de rosado, que se imaginan o llevan senos. Al final Yo perreo sola es un guiño a las nuevas masculinidades; una bofetada a esa rígida separación que existe entre hombres y mujeres.

Bad Bunny, sin duda, es un aliado de las mujeres. En ese vídeo señala que no está mal verse como mujer, que eso no cambiará tu orientación sexual, que ser femenino no es signo de debilidad.

Hace poco Benito Martínez salió con falda en una entrevista y una vez más nos cacheteó con ¿qué importa para quién son las faldas si a mí me apetece usar una?

Valoremos estas pequeñas, pero significativas muestras de pluralidad. Entendamos que ahora más que nunca existe una revolución en el mundo de los géneros.

La gente ha entendido que no podemos seguir como íbamos. Los estereotipos, los prejuicios, jamás terminan; derribarlos es un trabajo diario, que requiere de todos. Bienvenidos los de antes, los de ahora, los que vendrán. ¡Yo perreo sola!




Ariadna García

Instagram @Ariadna_limon 
Twitter @Ariadnalimon

sábado, 22 de abril de 2017

A los que salen en defensa de Venezuela y de Hans Wuerich el joven desnudo en una protesta

Hace rato entendí de qué manera ser activa, eficiente y constructiva en mi país y no es precisamente desde la crítica, me sabe si la gente se va, se queda, si marcha, si cacerolea, si grita, nada de eso me interesa, tampoco los miles de audios que envían a diario por WhatsApp, ni las fotografías y vídeos que se vuelven virales, pero hoy recibí una cadena sobre el joven que se desnudó en una concentración, Hans Wuerich, con quien por cierto creo vi clases en la Universidad Santa María. 
El texto estaba escrito por la profesora Juymar García, docente de esa casa de estudios. Uno debe cursar Servicio Comunitario con García porque es la única profesora que lo da o al menos en el momento que yo estudié. 
Recuerdo el primer día de clases, humilló delante de todos nosotros a una muchacha que supuestamente se expresó de forma incorrecta hacia ella en el grupo de Facebook que había para esa cátedra, el reclamo me pareció desmedido, siguió y siguió, hasta ridiculizarla frente a todos, quise salir corriendo de allí, pero tuve que quedarme para pasar esa materia obligatoria, además ya me habían advertido sobre su trato. 
Hoy escribe en defensa de un estudiante, esos que ella misma ha vilipendiado en la Universidad Santa María, tantas veces, no creo en sus palabras hacia ese muchacho que, sin duda, es más que valiente al quitarse sus ropas frente al mundo. 
Hans fue símbolo de paz, de valentía y de libertad en medio de tantas vejaciones para los venezolanos, sin embargo, no dudo de que existan personas aprovechándose de la situación para ganar fama y lucrarse de esta terrible crisis. 
A los que salen a las marchas a cazar buenas tomas para hacerse famosos, a los que escriben sobre Venezuela para viralizarse, a los que actúan bajo esa premisa les digo esto: detrás de esas marchas hay mucho dolor, muchas familias destruidas, niños con hambre, enfermos, gente muriendo, hay un río de sangre también, que ha crecido en estos lamentables 18 años, hay gente llorando, impotente, hay luto, hay un dolor que debe respetarse y en momentos así es mejor guardar silencio, respetar, respetar a las víctimas, respetar el dolor y respetar a Venezuela.
Ariadna García

domingo, 12 de junio de 2016

Violencia en el Sur

En Venezuela los problemas son tantos que, a veces a uno se le olvida mirar de cerca al resto de los países de la región, quienes a pesar de tener sus dificultades, no atraviesan una crisis humanitaria como la de "el país petrolero", sin embargo, la violencia es una constante en este lado del Sur.

Dos noticias de Brasil, en menos de una semana, me han causado estupor, primero la de un niño de diez años que muere de un balazo en la cabeza tras enfrentarse con la policía de Sao Paulo, por robar un auto, junto con su amigo de 11 años, quien salió ileso del hecho y no fue detenido, ya que la ley impide el arresto en menores de 12 años.

La segunda ocurre este viernes, una atleta de 27 años que actualmente lucha por su vida, luego de recibir un disparo en la cabeza durante un intento de robo en Río de Janeiro. Los crímenes y robos se han intensificado en los últimos meses en Brasil, país que tiene un inestable escenario político, después de que su mandataria, Dilma Rousseff, fuera suspendida, por actos de corrupción.

Cabe mencionar a Petrobras, otro escándalo de malversación de fondos, en el que ya han aprehendido a altos funcionarios del gobierno y otros continúan siendo investigados. Rousseff, fue suspendida el 12 de mayo cuando el Senado aprobó por 55 votos contra 22 que fuera sometida a un juicio político por presunta violación de las normas presupuestarias del país. 

Por ahora, la presidenta ha declarado que si vuelve al poder, llamaría a adelantar elecciones para restablecer el orden político en el país. El mandato de Rousseff culmina en el 2018, debido a su reelección en el 2014.

Sin duda, lo que más despierta interés en mí, son estos dos niños. Lo primero que uno escucha cuando sale una noticia de este tipo es "eso es culpa de los padres". Pero para mí, el problema tiene una complejidad mayor y tiene responsables que se van sin pena, ni gloria, cuando finalizan sus mandatos.

¿Por qué dos niños de diez años roban un auto con arma en mano? en el que trágicamente muere uno de ellos. Nuestros niños crecen con hambre, con miedo, con derechos a medias, crecen en familias disfuncionales, donde no existe un Estado responsable, donde no se vigila si nuestros niños, comen, reciben educación o si están siendo abusados. 

Crecen con todo esto que no es carencia en la vida de nuestros políticos, porque mientras ellos amasan una fortuna para sus familias, hay un río de sangre detrás creciendo, del que ni se enteran y al que no voltean a ver.

Me interesa lo que le pasa a todos los niños del mundo, porque nadie nace siendo "malo", nadie nace sabiendo como usar un arma. Porque nuestros niños están desprotegidos, porque creí que el cambio era urgente en Venezuela, pero me doy cuenta de que no, de que el cambio debe darse en nuestros países. No veamos a Venezuela como una realidad aislada, ninguno está exento de estos terribles finales, Venezuela entierra a más de 20.000 venezolanos, cada año, en manos de la violencia y ¿Quién paga por estos crímenes? -nadie-.

Y acaso no hay una escuela llena de armas en nuestros barrios, así como en los de Brasil, niños que crecen en un ambiente hostil, sin oportunidades, convencidos de que ese es su destino, porque es lo que ven y es lo que hay. Porque si un niño de 10 años roba, es porque hay una ausencia muy grande de Estado, porque ni siquiera se puede culpar a sus padres, porque estos seguramente tuvieron la misma realidad. 

¿Hasta cuando nuestros gobiernos pensarán sólo en llenarse las barrigas y los bolsillos? ¿Cuando voltearán a ver ese río, que está cerca, que los persigue y que también los arrastra a ellos? La violencia no perdona y tampoco pregunta, una bala es una fiera, que busca un trozo de carne donde amortiguarse y carne somos todos.

¿Cuando se interesarán por acabar con esto?

Un niño de diez años no debe morir en un tiroteo, un niño de diez años, debe crecer con la certeza de tener un futuro mejor, sólo cuando la violencia desaparezca de nuestras calles, ellos mismos verán que es así, sólo cuando a los gobernantes les interesa crear políticas públicas que funcionen, que se cumplan y que protejan a nuestros niños, no morirá uno más con un tiro en la cabeza.

Son estos niños las víctimas de la corrupción, del narcotráfico, del desgobierno, de la mirada indiferente de quienes pueden hacer algo y no lo hacen, porque le dan la vuelta al río para no verlo, porque se vuelven inclementes y desalmados cuando tienen poder.


AG


jueves, 2 de junio de 2016

Hablo desde la crisis

Antes escribía mucho por aquí (Facebook), luego me ausenté, me ausenté hasta de mí, y lo hice por una razón, me daba cuenta de que quejarme no cambiaba nada de lo que pasaba a mi alrededor y lo que pasaba a mi alrededor era mucho. 

Medité y medité, me rompo la cabeza cada día evaluando de qué forma puedo ayudar a otros, de qué manera puedo hacer algo y eso que ha estado dentro de mí desde que era una niña volvió a encenderse. 

Mi mamá siempre ha tenido miedo, siempre quiso apagar esa cosita que veía en mi, esas ganas locas de alzar mi voz, siempre me dice "Ariadna tu no vas a cambiar el mundo" y sí, tal vez no lo cambie, pero voy a insistir en hacerlo. 

Recuerdo cuando tenía como 11 años y a un amigo le gritaron mariposón en la escuela, para aquel entonces él también era un niño y seguramente ni siquiera sabía que era gay, yo tampoco lo sabía, pero sí sabía que no podía tolerar eso que estaba pasando y lo defendí, le grité a los otros niños que lo dejaran en paz, él era tímido y no les dijo nada, finalmente se marcharon. 

Y así he sido siempre, detesto las injusticias, mas de una vez por la tranquilidad de mi madre me he callado y he dejado pasar cosas, luego me las reprocho.

"Ariadna hija controla ese carácter tuyo, tu eres muy alebrestada"  y con esta frase, me fui apagando y fui dejando pasar cosas, el manotón en el Metro, la irresponsabilidad de la Universidad por entregarme mis notas a destiempo, el mal trato de la vendedora, y un gran etcétera. 

Mi mamá también me dice "Caracas es muy peligrosa, la gente anda muy violenta y cualquiera tiene un arma, no digas nada, si te empujan te haces la loca, no reclames".

Y sí tiene razón, pero esto nos hace sucumbir ante el abuso, el irrespeto y la humillación, a la que uno no debe acostumbrarse nunca. Corro peligro para mi madre, porque prefiero morir, antes que arrastrarme, nunca marché, nunca voté, el miedo fecundado nunca me persuadió. 

La frase "hay que cuidar el trabajito" tampoco ganó, la dictadura sigue airosa, cada vez más llena de crímenes, cada vez más encochinada de muertes y de detenciones injustas, pero de mí no ha obtenido nada, sobre todo no ha obtenido mi dignidad, porque eso es lo único que uno tiene más preciado después de la vida.

Tal vez más adelante tengan mi compasión, pero sólo, cuando los responsables de esas muertes reciban su castigo. Las familias tienen el corazón roto y además de eso tienen hambre. Los enfermos mueren de mengua y nos necesitan.

El hambre y la violencia carcomen nuestro país y ya simplemente no quiero callar más, no quiero un abuso más, necesito alebrestarme.


AG

miércoles, 1 de junio de 2016

Game of thrones: los venezolanos que se fueron vs. los que se quedaron

Ya he visto suficiente o demasiadas publicaciones sobre: los venezolanos que se fueron de Venezuela vs. los que se quedaron y es una batalla abismal. 

Hay que tener claro quién es nuestro enemigo y en este caso nuestro enemigo es el gobierno de Nicolás Maduro. Vivimos un país demasiado polarizado durante doce años, diría yo, hasta que comenzó la caída del chavismo, porque es una verdad que ya la mayoría, ni los quiere, ni los apoya, eso es una verdad. 

La guerra no es entre nosotros, es contra ellos, también creo que es erróneo decir que "Venezuela es un país de mierda", "vivo en un país de mierda". El país no es una mierda, su gobierno ¡sí!, tengamos claras estas diferencias. 

Mi consejo para todos: vivan y dejen vivir, respétense; cada uno defenderá sus razones y para él o ella lo serán todo. Vivimos una de las peores crisis y estamos solos, nuestros políticos no dieron la talla, por eso hay que dejar de chacharear tanto y abocarnos en el hacer, la acción es lo único que nos salvará. 

Aunque suene trillado ¡sé el cambio que quieres ver! eso será lo único que nos transforme en la sociedad que todos queremos. 

Feliz día para todos: para los que se fueron, los que se quedaron, los que no estamos, los que no sabemos.
 
PD: hay mucho por hacer, el país está en plena demolición, aún falta recoger más escombros.



AG