- Los días se volvieron más ruidosos y la herida ondeaba entre el hambre y la ruina.
- Contábamos los días con las manos apretadas y rezábamos para que no fuera 30.
- La garganta se secó y ya no encontraba las palabras.
- La única preocupación no era comer, era vivir.
- La Cruz Roja izó su bandera pero ya los muertos eran decenas y centenas.
- No había temor a él pero sí al gatillo que estaba más alegre.
- Los motorizados se multiplicaron al igual que las armas, todo antes del 30.
- Había una sensación de que siempre era fin.
- Los días no se vivían, nos vivían.
- Cada muerte me abatía como un recordatorio de que también era mi muerte.
- El agua faltaba, la comida faltaba, pero la risa nunca se nos fue.
- Todo se definía antes o después del 30.
- El 30 era una condena de muerte y la gente lo sabía.
- Nada se alejaba más como la vida y la libertad.
- El canto era democracia, como una palabra nueva.
- Las mujeres fueron tan fuertes que se volvieron los verdaderos soldados.
- Ni con trajes de tigres asustaban, lo habían perdido todo.
- La sangre de esos días era tan joven que a todos eclipsaba.
- Por la ventana solo se escuchaba muerte.
- El 16 fue una fiesta tricolor.
- Las amenazas eran tan reales como el sol que nos alumbraba cada día.
- Yo escribía esto con el pesar de los pasares.
- Cada día era un venezolano menos.
- Los niños regresaban de la escuela con el olor de una guerra.
- No había rendija por donde esconderse, la ansiedad te devoraba.
- Aprendieron a defenderse de las bombas como los noruegos del invierno.
- Altamira se cundió con dos palabras: tenemos hambre.
- La muerte no era lo peor, era la tortura y sus caras.
- Se creían invencibles pero el pueblo habló en más de siete millones de formas.
- La tiranía era real pero la gente también.
El Hilo de Ariadna
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