Los bajos precios del petróleo, llaman a
una necesidad inminente por parte del gobierno venezolano, a hacer un ajuste en
los precios de la gasolina, el subsidio de esta se inició en el país hace más
de 68 años
Venezuela
enfrenta la gasolina más barata del mundo con un precio de 0,02 dólares, el
subsidio comenzó durante el mandato de Rómulo Betancourt en 1948, este
consideraba “la inmoralidad de que en un país productor de crudo se vendan los
combustibles a precios internacionales a sus ciudadanos”. Betancourt cuenta esto
en su libro Venezuela, política y petróleo.
El
precio de la gasolina permaneció intacto entre (1945-1981) entre 0,18 y 0,22
bolívares (viejos) por litro, luego durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez,
este disfrutó de las cotizaciones que arrojó el Embargo Árabe petrolero en
1973, ya para ese momento el uso desproporcionado de los recursos petroleros,
parecían estar gestando una crisis, que explotaría años más tarde.
Pese a que durante el gobierno de Pérez, los precios del combustible no fueron un problema, la deuda externa aumentó de 1.200 millones de dólares en 1973, a 11.000 millones de dólares en 1978, mientras que los gastos de la administración pública lo hicieron en 540%. En 1988 gana Carlos Andrés Pérez un segundo mandato, por la situación insostenible en cuanto al tema de los hidrocarburos y el subsidio de la gasolina en el país, este hizo unos ajustes macroeconómicos que despertaron un estallido social conocido como “El Caracazo” las medidas planteaban incremento de tarifas de servicios públicos, aumento del salario mínimo, deflación del déficit fiscal en un 4%, y entre otras planteó elevar cada año los derivados del petróleo en el mercado nacional con un 100% en el precio de la gasolina y un 30% en los precios del transporte público, entre otros.
El
economista Alexander Guerreo, considera que el aumento de la gasolina planteado
en la memoria y cuenta por el presidente Nicolás Maduro, no se concretó debido a
que “Imagino que tendrá razones políticas, para no querer formularlo en el
momento. Pero con el tema del aumento de los precios de la gasolina casi no
habrá problemas, porque la gente sabe que hay que pagar más por el combustible
y, en ese sentido, hemos llegado a un punto en el cual a la gente le da pena
echar gasolina tan barata, y entonces el gobierno se ganó una parte de la
opinión pública al generar un debate entre ellos mismos, justo para que la
gente se diera cuenta de que hay que aumentar la gasolina. Pero en el momento
en que suba la gasolina, subirán los precios, porque, a su vez, subirán los
costos de producción.” Asegura.
Por
su parte la periodista Erika Hidalgo especialista en la fuente de Minería y
Petróleo del diario El Mundo, considera que el aumento de la gasolina debió
hacerse mucho tiempo atrás “Pienso que en efecto el precio de la gasolina debe
ser incrementado. Sin embargo, con ciertas reservas en torno al ajuste que debe
ser definido. A saber, fijar un aumento para cubrir solo costos de
producción, o un aumento que determine cierto nivel de ganancias o simplemente
escalar su valor a precios internacionales, a mi modo de ver, los combustibles
deben ser ajustados a su costos de producción en función de que Petróleos de
Venezuela elimine sus niveles de pérdidas, que en los actuales momentos
giran en torno a los 2.500 a 3.000 millones de dólares en el mercado interno, y
alcanzar un nivel de ganancias, pero nunca fijar los precios a escala internacional”.
Hidalgo cree que el subsidio a la gasolina es
regresivo, “porque beneficia, básicamente a los sectores de más recursos de la
sociedad, no es menos cierto que el Gobierno Nacional ha privilegiado una
estrategia geopolítica que contempla entregas de crudo y combustibles a precios
especiales y una parte del pago en especias a naciones del Caribe y
Centroamérica”, y que las medidas deben ir acompañadas de otras que puedan contrarrestar
la inequidad que existe actualmente.
Venezuela es un país eminentemente petrolero, razón por la que Hidalgo considera
que esto debería tener un efecto positivo para los venezolanos “las reservas de
petróleo nos ubican como el país con las mayores del mundo. Esta para mi es una
razón de peso para que los venezolanos podamos tener una ventaja sobre otras
naciones no productoras que deben pagar con creces su realidad.” Plantea la periodista.
El aumento de la gasolina traería secuelas “La consecuencia económica directa que traerá el aumento del combustible
será una escalada inflacionaria, por ser Venezuela un país donde el transporte
de carga es fundamentalmente terrestre, lo cual incidirá en toda la cadena de
distribución de los productos. Sin embargo, no veo un estallido social, toda
vez que el Gobierno ejecuta una propaganda agresiva que sataniza la situación
actual del subsidio y que manipula las verdaderas razones por las cuales
requieren con urgencia aumentar el valor del combustible, y cuyo único nombre
se remite a las decisivas elecciones parlamentarias y al mantenimiento de políticas
populistas de dadivas que no resuelven el problema real de la pobreza en el
país.” Afirma Hidalgo, quien además considera que el ajuste debió hacerse antes y
haberse mantenido en el tiempo. “Los aumentos deben
ser indexados a los niveles de producción cada año, para lo cual debe
establecerse una norma fiscal.”
El “Caracazo”
como antecedente histórico para Venezuela, en este tema, representa un
nerviosismo social real, por los acontecimiento de 1989, hablar de subir los
precios de la gasolina encrespa a cualquiera, sin embargo aumentar el
combustible es una necesidad que tiene los días contados, pues son muchos los
factores que generan pérdidas al país, entre ellos que Pdvsa pierda hoy 13.500
millones de dólares al año.
Ariadna García