jueves, 15 de agosto de 2019

Hallar normalidad después de la luz

Caracas; 14 de marzo de 2019

Intento encontrarle la normalidad a los días. Estos que preceden a los oscuros que se multiplicaron por cinco. 

Vengo aquí, a una plaza, me tomo un té, veo niños jugar con la pelota, gente pasear a sus perros, veo luz que sale de los postes y creo que todos ellos hallaron la normalidad primero que yo. Ahora mismo un grupo hace ejercicios. Suben las manos, bajan el cuello, giran el cuerpo de un lado a otro.

Todo indica que la vida siguió de la misma manera que sigue siempre. Inalterable, decidida, marcada.
La vida no tiene prisa, pero tampoco detiene sus pasos, solo sigue. 

Aquí y ahora la vida siguió. 

En cambio yo decido salir a la calle este jueves, justamente el día que recuerda esa oscuridad que nos atareó la rutina, las horas, el sueño, las comidas. Lo alteró todo. Se impuso como lo hacen ellos, sin piedad, sin levedad, sin temor. 

Elijo este lugar y en el camino hago un reconocimiento de las calles, los edificios. Los miro como si fuera la primera vez, como extraños, como si tantas otras veces no caminé por aquí. 

Siento como si por varios días estuve ciega y ahora tanteo las paredes con la punta de mis dedos. Veo la ciudad, los veo a ellos que están sentados en el piso, haciendo movimientos y creo que vuelvo, que la brisa trae lo perdido, que este dolor que descorazona el pecho se irá y que cuando menos lo espere estaré otra vez en una plaza, subiendo las manos, girando el cuerpo de un lado a otro.

Haciendo contorsiones. 

Nota: el 7 de marzo de 2019 Venezuela sufrió un gran apagón que se extendió por cinco días en la mayoría de los estados. En el Zulia el corte de luz se prolongó esa semana por 100 horas. Hasta la fecha se mantienen las fallas eléctricas en todo el país.



El Hilo de Ariadna